Desde la calle del centro veo imponente la cima de la abrupta montaña, ese cofre vestido de piel de pinos, armonía de lunes, cresta de pared inmensa, majestuosa, de ti habló el arzobispo y poeta Pagaza, desde el parque entre flores y jacarandas se tiende el piso que a lo lejos se va irguiendo, formando jorobas que crecen, a un lado el palacio vacío, los trovadores durmiendo, caen poco apoco los pétalos de las rosas con el airecillo, al fondo uno de los próceres de la patria incólume, el tiempo pasa como la nube que se dirige a la montaña.
El centro / (microrelato) Alberto Calderón P.
